¿Cómo llega una nación a prohibir algo tan común e inofensivo como una patata? |
How does a country ban something as common and harmless as a potato?
|
||
Imaginemos por un breve instante la siguiente situación:
Tras hacer la compra en tu supermercado o verdulería favorita, el dependiente te regala un manjar sumamente exótico de tierras lejanas. Tirarlo a la basura sería sencillamente un sacrilegio. Cuando llegas a casa (justo para la hora de comer) abres el paquetito con el misterioso regalo y te encuentras con lo siguiente: |
Let us imagine for a brief moment the following situation:
After buying the groceries at your favourite supermarket or veggie stand, the clerk gives you (for free) an extremely exotic delicatessen from far away lands. Throwing it out is simply out of the question. When you get home (just in time for lunch time) you open the mysterious package and you find the following little surprise: |
||
|
|||
Muerto de hambre y carcomido por la curiosidad buscas ayuda en Google y en YouTube sobre como prepararlo. Acto que resulta ser un fracaso absoluto. Definitivamente estás solo ante el peligro.
¿Cómo lo preparas? ¿Te lo comes crudo? ¿Lo cocinas entero? ¿O solo aprovechas centro? ¡Que desespero! Debes decidir. Pero ojo con lo que hagas. Al dependiente de la tienda se le ha olvidado decirte que, aunque exquisito, si no se prepara correctamente puede ser de lo más indigesto o incluso tóxico. Te parecerá una situación absurda, pero…. los cocineros de las cortes inglesas en la época de los Tudor se enfrentaron a ese mismo dilema (con el agravante de estar cocinando para la reina y toda la nobleza). Para esos desafortunados cocineros el desafío se llamaba: Patata (o papa, para la mayoría de latinoamericanos hispano-parlantes). Dícese que en 1589 Reina Elizabeth I recibió un regalo de Sir Walter Raleigh (explorador e historiador Irlandés) al regresar de uno de sus viajes. Se trataba de unas plantas de patatas. Pero, al igual que el dependiente de nuestro ejemplo modernizado, éste olvidó incluir la receta con el regalo. Ante semejante novedad, la reina ordeno preparar un banquete para toda la realeza y nobleza inglesa que tuviera como protagonista este tubérculo del Nuevo Mundo. |
Starving and overcome with curiosity, you look for help about how to prepare it in Google and YouTube. The search turns out to be an absolute failure. You are completely on your own here.
How do you prepare it? Do you eat it raw? Do you cook the entire thing? Or maybe only its center? How frustrating! You must decide. But be careful with what you decide to do with it. The clerk forgot to tell you that, even though it's exquisite, if it is not prepared correctly it can be highly indigestive and even toxic. You may think this situation is completely absurd, but... the cooks of the English courts during the Tudor era faced this very same dilema (with the added pressure of cooking for the queen and all of the noble families). For the unfortunate cooking staff the challenge was called: Potato. According to the story, in 1589 Queen Elizabeth I received a gift from Sir Walter Raleigh (an Irish explorer and historian) upon returning from one of his voyages. The gift was a bunch of potato plants. But, much like the clerk in our modernised example above, Sir Walter forgot to include the recipe for this new ingredient. Perplexed with such a novelty, the queen ordered a banquet for all the royalty and noble families featuring this brand new tuber brought from the New World. |
||
En un visto y no visto, y pese a la absoluta inexperiencia de los cocineros preparando patatas, éstos se pusieron manos a la obra:
Los cuchillos resonaban contra la madera. El calor en la cocina aumentaba con cada fogón encendido. Los cocineros corrían sin cesar de un lado a otro de la cocina tirándose de los pelos pensando en cómo servirlo: ¿Crudo, frito, asado o quizás hervido? ¡No importa! Probemos de todas las maneras que se nos ocurran. Y in saber cómo, finalmente el banquete estaba a punto para presentarse a la “creme de la creme” de la sociedad inglesa. Los comensales se sentaron en sus respectivos lugares según ordenaba el protocolo del momento. Delante de ellos habían gigantes bandejas y pucheros con unos tonos verdes vibrantes (sí, lo has leído bien, verdes) como nunca antes habían visto en esas cortes. Los invitados comieron sin extrañar dichos alimentos. Quizás éstos no eran tan ricos como sus alimentos habituales abundantes en proteína animal, pero... ¿quién osaría decir nada a la reina? |
At the blink of an eye, and despite the inexperience of the cooks preparing potatoes they promptly began to work.
The knives echoed against the chopping boards. The heat in the kitchen increased with each new ignited stove. The cooks ran non-stop from one end to the other of the kitchen in chaos wandering how these things should be served. Should it be raw? Fried? Baked? Or perhaps Boiled? It does't matter! Let's try doing it every way can think of. And without really knowing how, the banquet was finally ready to be presented to the "creme de la creme" of the English high society. The guests sat at their respective places according to the strict protocol of the tudor times. Before them were gigantic plates and pots with the most vibrant green tones that the courts had ever seen before (yes, you read correctly, green). Everyone there ate without finding anything too strange for their taste. Perhaps the food was not as rich as their usual meals abundant with animal proteins, but...Who would dare complain to the queen? |
||
Lo que no sabía nadie es que los pobres (e ignorantes) cocineros al ver la planta de la patata frente a ellos, la trataron como si de espinacas se tratara: cocinando las indigestas hojas y descartando la sabrosa raíz.
¡QUE DESASTRE! No hizo falta esperar a que terminara el banquete para ver a los primeros invitados con claros síntomas de malestar estomacal. Poco a poco fueron cayendo todos intoxicados por el nuevo manjar. Ni la misma Reina Elizabeth I se salvó de dicho malestar. Fue tal el fracaso que la reina prohibió el consumo y comercialización de la patata. Prohibición que duró 100 años. Ésta solo fue retirada una vez la patata ya había cobrado importancia en la dieta de los españoles, italianos y franceses. Eso sí, estoy convencida de que antes de que las patatas volvieran a encontrar su lugar en las cocinas inglesas, los cocineros hicieron un curso obligatorio para perfeccionar el arte de la cocción de la patata. |
What no one knew is that the poor (and ignorant) cooks when they saw the plant, they treated it as if it were spinach or something like it. They cooked the potatoes discarding the tasty and rich poor and cooking the toxic leaves.
WHAT A DISASTER! The banquet had not yet come to an end when the first guests started to show clear symptoms of food poisoning. Little by little all became intoxicated with this new delicacy. Not even Queen Elizabeth could be spared of such inconvenience. The failure of the banquet was such that the queen banned potato consumption and trade. The prohibition lasted 100 years. The ban was only lifted once the potato had already gained importance in the Spanish, Italian, and French diets. But of course, I am convinced that before potatoes found their way back to the English kitchens, all cooks had to take some sort of mandatory lessons to perfect the art of cooking a simple potato. |
||
Mostrando entradas con la etiqueta gente. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta gente. Mostrar todas las entradas
sábado, 2 de abril de 2016
jueves, 24 de marzo de 2016
Otros Tiempos
"Leyenda, mito o verdad, las historias sobre mártires no dejan indiferente a nadie. Admirables, escalofriantes, terribles, ejemplares, y a veces incluso divertidas, sus vivencias nos fascinan y nos enseñan mucho sobre la vida y la muerte... Además, el texto de Rafael Piñero admite múltiples y sutiles lecturas, y satisfará tanto a un público más religioso como a un público laico, pero interesado por las fascinantes historias y circunstancias que rodean a esos santos y santas."
Así resume la editorial Planeta El Jardín del Cielo, libro de nuestro invitado de hoy Rafael Piñero.
Con motivo de Semana Santa, Rafael comparte con nosotros un "bonus-track" (para aquellos que ya hayan disfrutado con su libro) o un pequeño "teaser" (para los que aun no lo han hecho).
Este relato sobre el Arzobispo Juan de Ribera y las obras del colegio Corpus Cristi, aunque titulado "Otros Tiempos", parece tener un cierto eco en la actualidad.
Hay una forma de pensar bastante extendida, y que no carece de buenos argumentos, que defiende que los pueblos tienen, como las familias, algo así como un código genético, que hace que ciertas características de su forma de ser, tanto buenas como malas, vayan apareciendo periódicamente a lo largo de su historia.
En los últimos años, la Comunidad Valenciana ha sorprendido al mundo realizando obras arquitectónicas de dimensiones y de osadía inusitadas. Pero no han sido las primeras.
En el año 1569 fue nombrado Arzobispo de Valencia Juan De Ribera, último de los arzobispos de Valencia que ha sido canonizado hasta nuestros días.
A instancias suyas, entre los años 1586 y 1615 fue erigido el Real Colegio Seminario del Corpus Christi o del Patriarca, situado en la calle de la Nau, frente a la antigua Universidad Literaria.
Sobre los detalles de su concepto y construcción reproducimos aquí algunos pasajes de la biografía del santo, escrita por el Reverendo Padre Fray Juan Ximénez, Theólogo de la Orden de los Mínimos de San Francisco*:
Seminario que, gobernándose con las santas leyes del Sagrado Concilio de Trento, fuese, no solamente la columna de toda la disciplina eclesiástica, sino también el resplandor ilustre de toda la Diócesis de Valencia**.
Fue este el célebre Colegio llamado de Corpus Christi; obra de tal grandeza, que verdaderamente es una corona de sus méritos, y un milagro de su gran virtud: porque para terminarla hubieron de desplegarse, por el dilatado espacio de quince años continuos, el cuidado, la arte, y la cordura.
Algo más de diez millones de los actuales euros.
Unos 550.000 euros, aproximadamente.
“...ordenando que doce mil se gasten en el culto que en la Capilla se da a la Majestad de Dios Nuestro Señor y ocho mil en el Colegio, y en los Colegiales, y demás Ministros, para que con dicha limosna sean honradamente alimentados.
Que, en comparación con lo mucho que merece Nuestro Dios Sacramentado, han sido nada el oro, la plata, las riquezas, los diamantes, las esmeraldas, los topacios, y perlas, las demás piedras preciosas, las holandas ricas, los delicados lienzos, las puntas, las sedas, los brocados, la música, el canto, las voces, y la salud, vida, y fuerzas (de los que la construyeron)”.
El interior del Real Seminario del Corpus Christi:
* Libro publicado en el año 1734. La ortografía ha sido aquí actualizada.
** Más luz en la tierra de la luz.
*** Que eso eran entonces los valencianos, por haberle otorgado el Rey a San Juan de Ribera la dignidad añadida de Virrey, con lo que su poder se extendía a todos los ámbitos, y no sólo al eclesiástico.

Agradezco la colaboración de Rafael Piñero, autor de El Jardin del Cielo, en este post sobre un tema que me atrevería a catalogar como "históricamente actual".
Habiendo dicho esto, ahora solo me queda invitaros a que en estos días de Semana Santa os aventuréis en las páginas de su libro para disfrutar con las "fascinantes historias y circunstancias que rodean a esos santos y santas."
Así resume la editorial Planeta El Jardín del Cielo, libro de nuestro invitado de hoy Rafael Piñero.
Con motivo de Semana Santa, Rafael comparte con nosotros un "bonus-track" (para aquellos que ya hayan disfrutado con su libro) o un pequeño "teaser" (para los que aun no lo han hecho).
Este relato sobre el Arzobispo Juan de Ribera y las obras del colegio Corpus Cristi, aunque titulado "Otros Tiempos", parece tener un cierto eco en la actualidad.
Otros tiempos
Rafael Piñero
Hay una forma de pensar bastante extendida, y que no carece de buenos argumentos, que defiende que los pueblos tienen, como las familias, algo así como un código genético, que hace que ciertas características de su forma de ser, tanto buenas como malas, vayan apareciendo periódicamente a lo largo de su historia.
En los últimos años, la Comunidad Valenciana ha sorprendido al mundo realizando obras arquitectónicas de dimensiones y de osadía inusitadas. Pero no han sido las primeras.
En el año 1569 fue nombrado Arzobispo de Valencia Juan De Ribera, último de los arzobispos de Valencia que ha sido canonizado hasta nuestros días.
![]() |
Juan De Ribera, Arzobispo de Valencia 1569 |
A instancias suyas, entre los años 1586 y 1615 fue erigido el Real Colegio Seminario del Corpus Christi o del Patriarca, situado en la calle de la Nau, frente a la antigua Universidad Literaria.
Sobre los detalles de su concepto y construcción reproducimos aquí algunos pasajes de la biografía del santo, escrita por el Reverendo Padre Fray Juan Ximénez, Theólogo de la Orden de los Mínimos de San Francisco*:
El proyecto
“No contento nuestro Ilustrísimo y Excelentísimo Arzobispo Patriarca con haber fundado, con las muchas rentas de su casa, un bien arreglado Colegio para la educación de la noble juventud, pensó, para que fuese más estable y duradera, mudarlo en Seminario.Seminario que, gobernándose con las santas leyes del Sagrado Concilio de Trento, fuese, no solamente la columna de toda la disciplina eclesiástica, sino también el resplandor ilustre de toda la Diócesis de Valencia**.
Fue este el célebre Colegio llamado de Corpus Christi; obra de tal grandeza, que verdaderamente es una corona de sus méritos, y un milagro de su gran virtud: porque para terminarla hubieron de desplegarse, por el dilatado espacio de quince años continuos, el cuidado, la arte, y la cordura.
La obra
Lo que gastó sólo en lo material de la fábrica, con los metales, oro, mármoles, plata, jaspes, perlas, diamantes y otras piedras preciosas, pinturas, brocados, holandas, puntas, telas, bordados, y otros adornos riquísimos –sin contar los gastos hechos en traer de lejanas tierras algunas insignes reliquias—y en fabricar la hermosa torre con el harmonioso juego de sus campanas, llegó, más que menos, a la suma de cuatrocientos mil ducados...”.Algo más de diez millones de los actuales euros.
La plantilla
“En la Capilla residen cuarenta capellanes, con los cantores, músicos, mozos de coro, y acólitos suficientes, además de otros ministros, y de cuatro confesores; con lo que, entre todos, llegarán al número de ciento veinte personas.”Gastos de mantenimiento
“Para el mantenimiento de una obra tan grande señaló una renta anual de veinte mil escudos...”Unos 550.000 euros, aproximadamente.
“...ordenando que doce mil se gasten en el culto que en la Capilla se da a la Majestad de Dios Nuestro Señor y ocho mil en el Colegio, y en los Colegiales, y demás Ministros, para que con dicha limosna sean honradamente alimentados.
¿Un gasto excesivo?
De todo lo dicho bien se deja entender que no fueron otras las ideas del gran Siervo de Dios, para emprender una obra tan grande y ostentosa, sino las que le dictaba el abrasado celo que alentaba en su corazón, para el mayor provecho espiritual de las almas de sus súbditos, y para la honra y gloria de la Majestad del Señor.Que, en comparación con lo mucho que merece Nuestro Dios Sacramentado, han sido nada el oro, la plata, las riquezas, los diamantes, las esmeraldas, los topacios, y perlas, las demás piedras preciosas, las holandas ricas, los delicados lienzos, las puntas, las sedas, los brocados, la música, el canto, las voces, y la salud, vida, y fuerzas (de los que la construyeron)”.
Fuentes de las imágenes:
Izquierda: http://liturgia.mforos.com/1699073/8892444-real-colegio-seminario-del-corpus-christi-de-valencia/
* Libro publicado en el año 1734. La ortografía ha sido aquí actualizada.
** Más luz en la tierra de la luz.
*** Que eso eran entonces los valencianos, por haberle otorgado el Rey a San Juan de Ribera la dignidad añadida de Virrey, con lo que su poder se extendía a todos los ámbitos, y no sólo al eclesiástico.

Agradezco la colaboración de Rafael Piñero, autor de El Jardin del Cielo, en este post sobre un tema que me atrevería a catalogar como "históricamente actual".
Habiendo dicho esto, ahora solo me queda invitaros a que en estos días de Semana Santa os aventuréis en las páginas de su libro para disfrutar con las "fascinantes historias y circunstancias que rodean a esos santos y santas."
sábado, 19 de marzo de 2016
Bluetooth: La historia detrás del nombre / Bluetooth: the Story Behind the Name
¿Cómo encaja el "Bluetooth" en el mundo de la tecnología plagado por todo tipo de acrónimos?
|
How does “Bluetooth” fit in a world of technology overcrowded with acronyms?
|
||
WWW, Wi-Fi, ADSL, WAN, LAN, USB, VPN...
La lista es interminable. Hoy por hoy la conectividad (sin cables ) entre nuestros gadgets (ordenadores, tablets, impresoras, altavoces, y demás aparatejos) es algo que damos por sentado. Ya no nos acordamos de una era sin Bluetooth. Pero en 1994 conseguir este tipo de conexión "wireless" era equivalente a dar con el Santo Grial de las telecomunicaciones. Esta idea fue presentada por primera vez en Toronto por dos jóvenes de Intel y Ericsson: Jim Kardach y Sven Mathesson. La propuesta de una red que conectara el mundo de los móviles con el de los PCs sin el inconveniente de los cables que no nos dejan mover y nos hacen tropezar fue rechazada por los inversores de inmediato. Después de semejante fracaso los dos colegas no tuvieron mejor idea que bajar al pub más cercano para ahogar las penas en unas birras. Aunque parezca raro, los pubs pueden ser muy buenos lugares para despejar la mente con discusiones filosóficas y lecciones de historia. Y justamente fue eso lo que pasó. Un chaval sueco que rondaba por allí les contó la historia del Rey Harald I de Dinamarca. Este fue un emperador escandinavo en el siglo 10 d.C. que se hizo famoso por la unificación de Dinamarca y Noruega, y a su vez por la unión de sus pueblos al convertirlos al cristianismo. |
WWW, Wi-Fi, ADSL, WAN, LAN, USB, VPN...
The list is endless. This idea was first presented in the Toronto by two guys from Intel and Ericsson: Jim Kardach and Sven Mathesson. The proposal of uniting the PC and mobile wolds without those annoying cables that don't let us move around and make us trip all over the plane, was tossed aside by the prospective investors immediately. After such disastrous results, the two fellows decided to go into the nearest pub and “drown their sorrows” with a few pints of beer. Although it may sound quite absurd, pubs can be quite an ideal place to clear one's mind entering in all sorts of philosophical and historical discussions. And that's exactly what happened. A Swedish guy was at the pub and told them the story of King Harald I of Denmark. He was a Scandinavian ruler around the 10th century AD known for the unification of the lands Denmark and Norway, and the subsequent unification of its people through the conversion to Christianity |
||
|
|||
Pero, ¿por qué os cuento todo esto?
Dicen que este rey también era conocido como Harald Bluetooth (diente azul). Cuenta la historia que éste tenía un diente podrido de tono negro/azul (en escandinavo antiguo no hay distinción lingüística entre estos dos colores). Creo que esto ya es una gran pista, pero volvamos al tema de la conectividad... Pues bien, no fue hasta dos años después de aquella fatídica presentación en Toronto, cuando varias empresas del sector se unieron a la búsqueda del Santo Grial, cada una bajo un nombre distinto: Business-RF (from Intel), MC-Link (from Ericsson), Low Power RF (from Nokia), entre otros. Semejante fragmentación solo podía acabar en caos. La única opción de supervivencia era unificar las marcas bajo un único estándar de conectividad wireless. Por lo que las partes interesadas se vieron forzadas a trabajar juntas. En diciembre de 1996 el "Special Interest Group" (SIG) se reunió en Suecia con el fin de crear un proyecto en común. Y fue precisamente en ese momento que Jim Kardach de Intel recordó la historia que le habían contado en el Pub de Toronto. Ni corto ni perezoso sugirió que el nombre en clave para el proyecto fuera "Bluetooth". Parecía de lo más apropiado usar el nombre del emperador conocido por la unificación de sus tierras para un proyecto que pretendía unir las industrias de los PC y los móviles. Kardach no se podía imaginar que aquel nombre en clave se convertiría en el nombre comercial de la tecnología en cuestión: Bluetooth. Y mucho menos podría haberse imaginado el Rey Harald Bluetooth de Dinamarca que sus iniciales acabarían siendo un logo reconocido mundialmente. |
But, why am I telling you this?
As it turns out, this King was also known by the name of Harald Bluetooth. The story tells that he had a dead tooth that was blue/black (in Old Scandinavian there was no linguistic distinction between the two colours). I think that's a big enough clue, but let's get back to the topic of connectivity... It was not until two years later after that very disappointing presentation in Toronto that several competing firms joined the quest for Holy Grail each with their own name: Business-RF (from Intel), MC-Link (from Ericsson), Low Power RF (from Nokia), among others. Such fragmentation could only lead to absolute chaos. The chance of survival for this emerging technology to unite all of the brands under was a single wireless connectivity standard. Thus, the interested parties were forced to start working together. In December 1996 the Special Interest Group (SIG) met in Sweden to create a common project. It was precisely at this meeting that Jim Kardach from Intel recalled the story he had been told at the Pub in Toronto. He quickly suggested that the codename for their project should be “Bluetooth”. It seemed very fitting to use the name of the ruler known for the unification of his lands and his people for the project that intended to unify the PC and Cellular industries. Little did Karachi know that this codename would eventually become the actual comercial name of the technology in question: Bluetooth. And much less could King Harald Bluetooth have imagined that his initials would end up becoming a logo recognised all around the world. |
||
Fuentes / Sources: |
sábado, 20 de febrero de 2016
Kellogg: El loco (o el genio) tras la caja de cereales / Kellogg: The Mad Man (or Genius) Behind the Cereal Box
Seguramente, al igual que yo, cuando escucháis la palabra Kellogg's la primera imagen que os viene a la mente es la típica caja de Corn Flakes o cualquiera de las variedades azucaradas más modernas. |
I am willing to bet that much like me, when you hear the word Kellogg’s, the first image that pops to mind is the typical Corn Flakes Box or any of the more modern sugary variations of this breakfast cereal. |
||||||||||||||||
Hace poco, los amigos de XRL Tech Corner me recomendaron que indagara la historia tras el nombre Kellogg. Debo admitir, que tras leer numerosos artículos sobre el tema, aun soy incapaz de decidir si el hombre tras la caja de cereales era un cuentista loco o un genio innovador.
(No puedo esperar a leer vuestra opinion al respecto en los comentarios abajo). Antes de convertirse en en sinónimo de cereales, el nombre Kellog se asociaba con el Sanatorio de Battle Creek: unas instalaciones perfectamente equilibradas en la cuerda floja entre lo que hoy consideraríamos una clínica médica y un centro de wellness con métodos de lo más innovadores (aunque un tanto dudosos). |
Very recently I was advised by the friends at XRL Tech Corner to look into the history behind the Kellogg name. I must admit, that after reading numerous articles about the subject, I am still undecided as to whether the man behind the cereal box was a mad scientist or an innovative genius.
(I look forward to reading your opinion in the comments section below). Before becoming a synonym for cereals, the name Kellogg was associated with the Battle Creek Sanitarium: a facility doing a flawless balancing act on the fine line between a medical clinic and a modern wellness center with highly innovative (yet somewhat doubtful) methods. |
||||||||||||||||
|
|||||||||||||||||
John Harvey Kellogg, superintendente del Sanatorio Battle Creek desde 1876 creía firmemente en la importancia de una dieta equilibrada (según él vegetariana), ejercicio y enemas como las claves para una vida sana.
Él creía que al hacerlo purificaba el aparato digestivo y con el yogur renovaba la flora intestinal a lo largo de todo su recorrido. Una vez superado el ritual de bienvenida los pacientes podían disfrutar de los numerosos inventos del Dr. Kellogg, bien fueran para hacer ejercicio, quemar grasa, mejorar la circulación entre muchos otros posibles usos. Entre sus inventos que veréis abajo, ¿os recuerda alguno a los aparatos que podemos encontrar en cualquier gimnasio o spa? |
John Harvey Kellogg, superintendent of the Battle Creek Sanitorium since 1876 firmly believed on the importance of a balanced diet (vegetarian according to him), exercise and enemas as the keys to a healthy life.
He believed that be doing so he purified the digestive system and renewed the gut flora along the entire intestinal track. Once surpassed this welcome ritual, the patients could enjoy Dr. Kellogg's numerous inventions, whether it be to do some exercise, burn fat, improve blood circulation, among many other possible uses. Do any of the below contraptions remind you at all of what one may find now a days in a modern gym or spa? |
||||||||||||||||
|
|||||||||||||||||
Por si fueran poco los cacharros arriba, el Sanatorio de Battle Creek también ofrecía tratamientos mucho más especializados para los pacientes más exigentes:
|
If the above gizmos were not enough, the Battle Creek Sanatorium also offered specialised treatments for the most demanding patients:
|
||||||||||||||||
|
|||||||||||||||||
En el fondo, si nos paramos a pensar en los tratamientos, seguro que no deben ser tan distinto al que se someten muchos de los famosos en busca del cuerpo perfecto (excluyendo cirugía estética, claro está).
Si después de todos estos ejercicios, tratamientos y una dieta vegetariana sana el paciente no mejoraba, Dr. Kellogg antes de reconocer su fallo adjudicaba la culpa a la masturbación a escondidas del paciente, que a su parecer era un "auto-abuso". Pero eso es un capítulo aparte para otro día de estos. |
Deep down, if we stop to think about it, I'm certain that these treatments are not all that different from what many famous people endure in search for the perfect body (excluding plastic surgery, of course)
If after all of the excercise, treatments and healthy vegetarian diet the patient 's health did not improve, Dr. Kellogg, instead of recognising defeat , blamed the hidden act of masturbation of the patient (which according to him was "self-abuse". But that's a different chapter for some other day. |
||||||||||||||||