¡Cuanto han cambiado las salas de cine desde aquellos años cuando un acomodador tenía que acompañarte hasta la butaca indicando el camino con una pequeña linterna! |
Oh! It's amazing how the movie theatres have changed since the time we had to be accompanied to our seats by an usher guiding the way with a small flashlight so that we would not get lost.
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Desde esa época han desaparecido las cortinas de terciopelo rojas. Al entrar, ya no se escuchan las pequeñas explosiones anunciando la venta de palomitas. Las sesiones dobles y los dibujos animados anunciando el inicio de la peli ya son cosa del pasado. Y lógicamente los carteles recordando que las damas y caballeros deben quitarse el sombrero para no tapar la vista a los demás, han sido substituidos por anuncios de "apaguen los móviles".
Pero quizás una de las mayores perdidas que han sufrido los cines en las últimas décadas son las "habitaciones de llanto". Mucho antes de la llegada de los multi-cines, en los años 40, las salas solían tener habitaciones insonorizadas al fondo de la sala de tal manera que si un niño se ponía a llorar o a incordiar más de la cuenta, sus padres podían ir allí desde donde podían seguir disfrutando de la programación a través de una ventana. El resto del público, agradecido, no tenía que aguantar el escándalo del quequeñajo o pequeñaja. ¡Que brillante idea! |
Since those times, the red velvet curtains have disappeared. Upon entering the building one no longer hears the tiny explosions announcing the sale of popcorn. The Double sessions and cartoons before the featured movie are a thing of the past. And naturally the signs reminding ladies and gentleman to remove their hats so that the people sitting behind them can also see the screen, have been substituted by adds reminding us to turn off our phones.
But, perhaps one of the biggest losses that movie theatres have endured over the last decades is that of the "Cry rooms". Long before the arrival of the modern multi-cinemas, around the 40's, the cinemas used to have soundproof rooms at the back such that when a child was crying or was just a bit too rowdy, the parents could simply go there and continue to watch the movie through a large glass window. Then, the rest of the audience, could enjoy the evening feature without enduring the annoying child's ruckus. What a brilliant idea! |
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¿Por que acabar con ese espacio? Estoy segura que hubiera sido muy útil, no solo para niños, sino también para adultos viendo pelis como "Titanic" o "El diario de Noa". Es más se podrían ampliar para acomodar a aquellos que no son capaces de soltar el móvil ni un par de horitas para ver una peli.
Como bien os podeis imaginar desaparecieron (al igual que las cortinas rojas y los acomodadores) por una cuestión de costes. En los años 70 esas lujosas y cómodas salas pasaron a ser zonas de fumadores con mobiliario que dejaba mucho que desear hasta que finalmente desaparecieron completamente con la entrada de los cines multi salas. Pero, ¡que no cunda el pánico! En los últimos años las habitaciones de llanto se han vuelto a poner de moda, no solo en los cines pero sino ¡también en algunas iglesias! ¡Que ganas tengo de que estas salas llegan ha las salas de cine de mi ciudad! |
Why did these spaces disappear?Certainly, they would have been very useful (not only for children, but also adults) for movies like "Titanic" or "The Notebook". Not only that, they could be enlarged to accommodate those who are unable to let go of their mobile phones for a couple of hours.
As you may well imagine, they disappeared (just like the red curtains and ushers) due to budget constraints. In the 70's, these luxurious and confortable rooms were transformed into smoking areas with furnishings that left much to be desired. These completely disappeared with the arrival of the mega movie theatres. But, no need to panic! Over the last years, "cry rooms" have made a significant comeback, not only in movie theatres but also in some churches! Can't wait to find one of these movie theatres in my home town! |
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Que cosa más curiosa. No tenia ni idea de que estos hubiera existido.
ResponderEliminarGracias por contarlo.
Besos.
Curioso, sin duda.
ResponderEliminarCorrige erratas: "qequeñajo" por "puequeñajo" y "ha" -con H, por "a" -sin H en la última línea.
Interesante, como de costumbre en este blog.
Muy curioso Berta, desconocia completamente la existencia de estas salas.
ResponderEliminarGracias por la informacion que aportas y por la manera tan amena de contarla.
La verdad es que el acomodador era muy útil para que te acompañaran hasta el lugar, en el caso que las sesiones fueran numeradas. Porrazos y hasta sentarme prácticamente encima de otra persona, son algunas de las consecuencias de la falta de acomodadores. Además tenía su qué a la hora de dar propina, ahí se planteaba un dilema: dar o no dar propina. La linterna se podía convertir en un objeto peligroso en algunos de los casos.
ResponderEliminarLo de los lloros me parece muy bien, si son motivados por la película, es más, se debería contratar a unas plañideras en el caso que la película así lo requiriera.
La cuestión de las palomitas merecería otra entrada al bloc.
annap
Hola!
ResponderEliminarTe he nominado a los Liebster Adwards como blog a seguir, para más info mira esta entrada: https://salvandoalsoldadoryan.blogspot.com.es/2016/06/liebster-award.html
Buena suerte y espero seguir viéndote por aquí más asiduamente publicando
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ResponderEliminarTe he nominado a los Liebster Adwards, para más info, mira en esta entrada:
https://exprimehistorias.wordpress.com/2016/07/03/liebster-award/ ya se que te ha nominado Adonai, pero a mi me gusta también tu blog, te sigo siempre que puedo y leo tus artículos. Asi que tienes dos nominaciones. Saludos