Cuenta la leyenda, que durante la construcción de la catedral de Barcelona, el maestro constructor de las torres sumergido en su obra dejo algo descuidadas sus obligaciones como marido. Esto llevó a su mujer a buscar un joven apuesto que sí le hiciera caso, poniéndole los cuernos a su marido.
Éste no tardó en enterarse. Furioso decidió vengarse poniéndole a su vez unos cuernos aun más grandes a la vista de cualquiera que decidiera pasar por delante de su obra.
La coronó con un caracol de piedra con unas enormes "banyes".
Ahora me permitiré hacer un breve inciso para todos aquellos que estéis pensando: "¡Pero si los caracoles no tienen cuernos!" Pues bien, en Catalán la palabra "banyes" se usa tanto para los cuernos de un toro como para las antenas de un caracol.
De esta manera, la infidelidad de su mujer se quedó prácticamente en nada al lado de esos cuernos que desafían el paso de los años.
Esta, desde luego solo es una de las muchas historias detrás de esta figura. Muchos prefieren creer que es una representación de lo lenta que fue la construcción de la catedral de Barcelona. Pero en cualquier caso....
Os desafío a encontrar este caracol!
Ya me contaron la historia y no lo encontré.
ResponderEliminarTe incluto en mi lista de blogs amigos en mi blog www.elcajondegrisom.com donde tambien cuento curiosidades sobre la Segunda Guerra Mundial.
Me ha encantado tu blog. Fantastico!
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